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Suarez cuenta con 8 décadas de éxito en torno al diamante, una piedra preciosa que brilla con un esplendor inigualable a través de cada una de sus facetas.
El diamante es sin duda uno de los grandes orgullos de Suarez, no solo por su naturaleza o su alta calidad, sino por el minucioso proceso de búsqueda y selección que existe detrás de todos y cada uno de los ejemplares antes de que formen parte de las joyas.
Estos estándares de calidad a la hora de seleccionar las piedras preciosas están respaldados por la familia, que con Don Benito Suárez al frente, lleva casi cinco décadas yendo personalmente a los mercados internacionales de diamantes en Amberes, Bombay, Hong Kong, Tel Aviv y Nueva York para examinar las piezas de acuerdo con los requisitos de selección basados en el corte, la talla, el peso, el color y la pureza que certifican su excelencia.
Cada vez que entra un nuevo lote de diamantes en Suarez, el equipo de expertos gemólogos los examina uno a uno para que cada ejemplar esté alineado con los requisitos de selección basados en el corte, la talla, el peso, el color y la pureza que certifican su excelencia. Siguiendo estos rigurosos criterios, en Suarez se descarta el 99,5% por ciento.
“La luz de los diamantes es lo que nos guía; nuestra máxima de vida es la calidad”
Don Benito Suárez
Todos los diamantes Suarez cumplen las condiciones del “Tratado de Kimberley” (sistema de certificación para el comercio internacional de los diamantes no procedentes de países en conflicto).
Además, todos los diamantes centrales a partir de 0,20 quilates vienen acompañados de una certificación oficial internacional y tienen grabado con láser el número de certificado en el filetín.
El diamante Suarez es, ha sido, y seguirá siendo, una piedra preciosa clave para el óptimo desarrollo de nuestra apasionante carrera en el mundo de la joyería. Una gema que debido a sus extraordinarias características nos ayudará a seguir transmitiendo nuestros valores durante por lo menos 80 años más.
Nuestra materia prima habla por sí sola. Una piedra preciosa que es pura luz. Así es el diamante de Suarez.