UNA COLABORACIÓN QUE TRASCIENDE EN EL TIEMPO: 50 años de Patek Philippe y Suarez
Hace cincuenta años, en la feria de Baselworld, las familias Suárez y Stern se encontraron por primera vez. Aquel momento marcó el inicio de una colaboración que ha crecido con el tiempo, siempre guiada por la artesanía, la precisión y el trabajo bien hecho.
Desde entonces, hemos compartido camino con Patek Philippe en España, creando espacios donde su esencia ha podido expresarse plenamente y acompañando a quienes buscan en la alta relojería algo más que exactitud: emoción, memoria y legado.
Este artículo es una mirada a esa trayectoria compartida, a los hitos que la han definido y a la forma en que seguimos entendiendo el tiempo como una obra que merece ser cuidada y ensalzada.
EL ENCUENTRO EN EL TIEMPO
El origen de esta relación se remonta a 1975, en el contexto de Baselworld, un escenario reservado a las casas más extraordinarias del mundo. Allí, entre vitrinas, conversaciones y visiones sobre el futuro del lujo, ambas familias descubrieron valores comunes: respeto por el oficio y vocación por la excelencia.
Lo que comenzó como una relación profesional fue convirtiéndose, año tras año, en una historia construida desde la confianza, la cercanía y el compromiso mutuo. Una evolución natural que hoy sigue vigente, discreta y sólida, como el tiempo que marcan las creaciones de Patek Philippe.
VALORES COMPARTIDOS
La afinidad entre ambas casas nace de una misma forma de entender la creación. Desde la esencia familiar, donde el saber hacer se transmite con autenticidad y dedicación a lo largo de generaciones, hasta esa herencia que sostiene la tradición para elevar cada gesto, cada oficio y los principios que han definido el carácter de Suarez y Patek Philippe desde sus orígenes.
Al mismo tiempo, ambas miran al futuro con una voluntad constante de innovación, reinterpretando la artesanía con creatividad y visión, sin renunciar a la identidad que distingue a cada pieza. En ese equilibrio se forja una calidad excepcional, sustentada en la precisión técnica de la relojería y la excelencia de la Alta Joyería, donde cada detalle se cuida con la misma exigencia que un legado destinado a perdurar.
La exclusividad, entendida como autenticidad y atención íntima al proceso, se materializa en creaciones únicas que hablan de quienes las eligen. De esa dedicación surge una distinción natural: una elegancia discreta, fruto del oficio, la experiencia y la fidelidad a los valores que han guiado a ambas casas desde siempre.
La belleza se convierte entonces en un diálogo entre técnica y emoción, uniendo estética y funcionalidad en piezas atemporales capaces de celebrar momentos y guardar recuerdos. Cada creación nace con el compromiso de acompañar a quien la posee, de mantenerse con el paso del tiempo y después convertirse en parte de su propia historia.
Así, el legado se vuelve en sí mismo un valor compartido: piezas concebidas para trascender generaciones, preservando la pasión, el arte y la sensibilidad que hicieron posible su existencia.
CAMPAÑAS A TRAVÉS DE LOS AÑOS
Esta colaboración ha encontrado desde sus inicios su expresión en la comunicación. Desde anuncios impresos hasta campañas contemporáneas, la relojería de Patek Philippe y la joyería de Suarez han dialogado visualmente, siempre desde la sobriedad, la elegancia y el contenido emocional.
Estas narrativas han acompañado la evolución cultural del lujo en cada momento, manteniendo intacta la idea de que el verdadero valor no reside únicamente en la posesión, sino en la historia que cada creación puede llegar a contar.
ESPACIOS EMBLEMÁTICOS
Las boutiques de Suarez se han convertido, durante cinco décadas, el hogar natural de Patek Philippe en España. Allí, su universo relojero ha encontrado un entorno acorde a su sensibilidad estética, permitiendo que nuestros clientes vivan una experiencia íntima, cercana y cuidada.
Entre estos espacios destaca el de nuestro edificio Sota en Bilbao, ejemplo de cómo ambos hemos evolucionado sin perder la esencia. También lo fue la apertura del primer Shop in Shop de la Manufactura en España, en nuestra boutique de Serrano 63 en Madrid, un hito que consolidó aún más este vínculo.
Una mirada hacia el futuro
Hoy, 50 años después, esta relación continúa avanzando de forma natural. El histórico espacio de Suarez en Serrano 62 se transformará en la primera boutique monobrand de Patek Philippe en España. Un lugar donde la Manufactura ginebrina podrá desplegar plenamente su filosofía, su precisión, su independencia y su respeto profundo por el tiempo.
Más que un punto de llegada, este hito parte de una evolución que reafirma lo que siempre ha definido esta colaboración: escuchar al tiempo, acompañarlo y elevarlo a través de las creaciones artesanales más exclusivas.
Medio siglo después, hacemos esta reflexión hacia el pasado con agradecimiento y hacia el futuro con ilusión.
Cada reloj entregado, cada cliente acompañado y cada historia celebrada confirma que esta colaboración no se explica solo desde la excelencia relojera o la joyería, sino desde la emoción de crear belleza duradera, custodiar oficios artesanos que merecen ser ensalzados y en seguir construyendo futuro con respeto, cercanía y dedicación.